domingo, 5 de octubre de 2014

Una persona, una vida.

¿Nunca habéis pensado que ojalá alguien estuviera grabando vuestra vida, cada paso, cada momento olvidado, cada lágrima soltada, cada carcajada, cada persona que ha pasado por tu vida, cada gesto que tú no has podido ver, para cuando esté a punto de acabar la veas y digas "de todos los días que he vivido, no he desaprovechado ninguno, y he ido creciendo día a día, haciéndome más fuerte, creyendo en los imposibles y haciéndolos realidad, he sido feliz con cada persona que han estado conmigo hasta hoy, el día de mi fin, he derramado muchas lágrimas, pero la experiencia es fruto de cada una de ellas, he saltado, he gritado, he besado a esa persona que amé toda mi vida, he vivido el amor intensamente, he cuidado a mis amigos como mi gran tesoro, disfrute de mi familia y dejé mi semilla en personas preciosas que me hicieron ser cada vez mas grande, he vivido en una constante rectificación de mi misma, he metido la pata hasta el fondo, he creído cosas que no fueron y desaproveché otras que sí estuvieron, he lanzado globos desde mi azotea unido al de la persona con la que quería tener un proyecto de vida, me he mirado al espejo cada día y he ido notando mi evolución en la vida, mi sombra y mi brillo, he podido contemplar la magia del Big Ben, la locura de Ámsterdam, el amor de la Piazza Navona, la inteligencia de Cambridge, el frío de la nieve entre el calor de mi gente y millones de cosas más, me ha caído lluvia encima mientras caminaba alejándome de mi frustración, me he recorrido Sevilla entera a pedales con música de fondo, he empapado la almohada de llantos y risas, he hecho sonar cada cuerda de guitarra al compás de mi voz cantando mi canción favorita, me he dado de bruces contra el suelo millones de veces, he sorprendido y he sido sorprendida cada día, he tenido días más monótonos que otros pero en cada uno de ellos siempre había algo que lo hacía diferente a los demás, he cometido locuras que volvería a repetir una y otra vez, y otras que se quedarían en el recuerdo, he dejado de lado la razón y me he guiado por el corazón, he dado mi brazo a torcer, me he tragado mi orgullo ante cientos y miles de personas, me he enterrado en la arena de la playa, he contemplado atardeceres que me daban su último rayo de luz, he tenido gente que me ha dado su tiempo, que es lo único que no volverá a recuperar en la vida, he regalado abrazos, sonrisas y enfados, he subido a escenarios mientras todos me aplaudían, he llorado ante la belleza de un cuadro, he sentido cada nota musical en conciertos llenos de adrenalina, me he llenado entera de tomate al comer espaguetis, he metido mi cara en una tarta de chocolate, he llegado a caerme al suelo por efectos del alcohol, he vivido graduaciones preciosas en las que he estado rodeada de personas realmente increíbles que me han hecho crecer y madurar, pero sobre todo me han hecho sentir, he conseguido subir cada escalón aunque a veces haya tenido que tomar impulso, he herido a las personas que más quiero en un brote de ira, he vivido aniversarios de todo tipos, he tenido el placer de tomar café mientras veía llover desde la ventana, de estar arropada y abrazada por la persona que amo viendo una película, de dar conciertos increíbles en la ducha y utilizar le escoba como micrófono mientras limpio mi habitación, he grabado vídeos totalmente ridículos y llenos de diversión, he ido coja por la ciudad de Londres, he cantado por Roma, he afrontado el miedo y he saltado las piedras que me impedían seguir esta vida que he vivido"? ¿Qué me queda por hacer?

Está claro que para las personas, una vida es una vida, pero que para cada persona, su vida es única, una historia irrepetible, y que por mucho que se viviera otra vez, ni el Big Ben sería el mismo, ni mi voz sonaría igual, ni las personas que me acompañaron hasta el final me darán lo mismo, ni  mis miedos serán iguales, ni los abrazos se sentirán igual, ni los besos sabrán igual, ni el tiempo será el mismo. Por eso, cuando llegue mi último día me gustaría ver mi vida entera grabada y decir "he vivido mi vida, mi vida llena de todo, pues nada me ha quedado por hacer".


miércoles, 23 de julio de 2014

The truth hurts, and lies worst.

La verdad y la mentira, dos conceptos muy difíciles y ambiguos. Ambos tienen un poder casi mortal, pueden destruir tu moral en tan sólo un segundo, una milésima de segundo. Al principio, la mentira no duele, pues nos la tragamos y vivimos felices, en nuestra vida aparentemente bonita. Las personas se dedican a sacar sus otras caras para que no seas consciente de lo que hay detrás y entonces hacer jaque mate, jugártela hasta matar. Pero la mentira tiene las patas muy cortas, y tarde o temprano todos nos enteramos de todo, absolutamente todo en este mundo escaso de intimidad y de vida propia. Así que, de un momento a otro, ZÁS, todas tus ilusiones, tus proyectos, tus pensamientos, tus opiniones, todo se desmorona como una montaña de arena, como un vaso lleno y le cae la última gota de agua, de agua o de sangre. 
La verdad y la mentira son términos muy unidos pero que a la vez se apuñalan el uno al otro. La mentira es la ausencia de verdad, y la verdad es la caída de la mentira. Además juegan dos papeles completamente distintos: la mentira es la traidora y suave cuchillada en toda la espalda, y la verdad es el pujante arañazo que a veces sangra y escuece, pero que a la larga se cura y se supera. 
Ambos tienen la misma solución: fuerza de voluntad, ánimo, y sobre todo valentía para afrontar cada mentira descubierta, cada verdad mal contada, cada secreto dañino, cada herida profunda, cada palabra sentida, cada paso dado en falso. Hay que seguir adelante a pesar de todo lo vivido, y sobre todo lo más importante: Reirte de cada problema, y darle la justa importancia. 
La verdad duele, pero la mentira mata. Soy de las que piensa que mejor una tirita en el momento que un torniquete en uno años, porque al final de toda la historia todo sale a la luz: los buenos no eran tan buenos, los malos resultaron tener corazón, los que juraban quererte deseaban tu caída y los que empezaron riendo acabaron llorando.
Al pasar el tiempo, se entiende que, a pesar de todo lo llorado, lo reido, lo mentido, lo sentido, lo pensado, tú sigues ahí, con armas para defenderte en el próximo ataque, porque lo jodido que tiene la vida es que los problemas son una cadena perpetua en tu trayecto personal, son eternos, insensibles e inoportunos. Pero ahí estarás tú ahí para abatirlos con tus lecciones tomadas, tus experiencias vividas, tus lágrimas lloradas, porque todo eso, al final del túnel, sirven para hacerte más fuerte.
Así que, por muchas mentiras que te digan,por muchas verdades que te escondan y luego descubras, por mucho que intenten tirarte por tierra, permanece alerta, vive y siente, pero con cuidado, siempre hay alguien al acecho, apuntando y pulsando el gatillo.
Nada más que decir, de verdad, de corazón.

sábado, 19 de abril de 2014

De parte de Corazón Gigante.

Hola personita con voz mágica. Sé que no estás pasando por tu mejor momento, y también sé que yo no puedo hacer mucho para arreglarlo, pero a base de pequeños detalles intento, al menos, sacarte una sonrisilla o simplemente entretenerte un ratito. Tendrás a miles de personas a tu lado que harán más que yo y mejor, seguro, pero bueno, desde la distancia, lo que estoy haciendo es todo lo que puedo hacer. No lo hago por compromiso ni mucho menos, lo hago porque a todas las personas que ocupan un huequito dentro de mi corazón me gusta tratarlas lo mejor que puedo, porque verlas feliz hace que yo también lo esté. Puede que pienses "vaya exagerada, si apenas nos conocemos". Sí, es cierto, no conocemos poquito, pero lo que nos ha unido es algo mágico, eso que hace florecer todos tus sentimientos y de lo que muchas veces depende tu estado de ánimo, la música.
Sé que no estás para muchos favores, pero yo te voy a pedir uno. Te pido que en estos días en los que pocas cosas brillarán en tu vida, que tus fuerzas se esfuman fácilmente, que sonreir parece misión imposible, que todo será estrés y lágrimas, escuches música que te lleven a recordar buenos momentos de tu pasado, momento que hayan sacado lo mejor de ti, que te hayan hecho llorar de risa, esa canción que te haya dado esperanza y optimismo. Al final de todo, cuando hayas percibido lo sano que es ser feliz de vez en cuando, quiero que te llenes de todas las fuerzas posibles para seguir adelante, y que pase lo que pase hay que mirar siempre hacia arriba, que no hay que mirar atrás ni para coger impulso y que todo lo que llega se va, tanto lo bueno como lo malo.
El hecho de que se solucione tu problema no depende de ti, sino de la suerte. Si la suerte viniera en proporción a la bondad de cada persona, echarías suerte por las orejas. Pero tú y yo sabemos que la suerte no depende de nosotras y que a veces es injusta, pero bueno, confiemos en ella un poco ¿no?
Por último decirte que gracias por todo, por escucharme aunque sea por Twitter, por tus sabios consejos y por tu confianza tan grande que tienes en mí, que muchas veces ni yo la tengo. Gracias, de corazón. 
Te quiero.


jueves, 13 de febrero de 2014

El juego de la venda.

Juguemos a un juego. Llamémoslo el juego de la venda. La venda que te tapa los ojos. Debemos quitarla y ver la verdadera realidad, la que nos hace apechugar con lo malo y divertirnos con lo bueno. Quien lo consiga gana. Venga, yo soy esa persona que está dispuesta a escuchar todo sin reprochar ni admirar nada. Aquí no existe ni ángel bueno ni ángel malo. Aquí existe el ángel verdadero. Debes contarme todo, sin ataduras. Todas esas veces que dijiste un "sí" donde se escondía un "no", un "no lo consigo" cuando en realidad quieres decir "no lo intento", todas esas veces que dijiste "hice lo que pude" en vez de "hice lo que quise". Es un poco duro, pero reconfortante. No pasa nada si reconoces que has querido a una persona que ahora no quieres ni que exista, que has sentido celos por alguien que la vida le va mejor que a ti, que la envidia te ha comido al ver que esa persona que creías que no podía ha podido con todo lo que se ha propuesto y mientras tú te has quedado quieta esperando su fracaso y que ahora la que ha fracasado ha sido tú. Es bueno reconocer que pensaste que una persona era mejor de lo que creías y la has defendido a muerte y luego ella te ha abandonado, que no has cumplido ni media palabra de lo que has prometido en tu corta vida. El ser humano envidia, odia y desea el mal a alguien al menos una vez en su vida, es un método muy usado y poco eficiente para relajar nuestra conciencia de nuestras erróneas acciones. ¿Y eso de echar la culpa a un inocente por el miedo de las consecuencias de tu propio desastre? muy típico también. Venga reconócelo. Reconoce esos comentarios fuera de lugar, esa actitud que hiere a más de uno. Confrontarse forma parte de la vida, no vale solo quedarse con lo bueno para estar en una constante nube de admiración falsa que puede llegar a difuminarse en cualquier momento. Porque si no, caerás, y todo lo que has guardado te estallará en la cara y tendrás tanta basura para recoger que no sabrás cómo salir a flote. Hay que reciclarse: actuar, errar, confrontar, pedir perdón y aprender.Si no te reciclas quedarás tan sucio de conciencia que terminarás ahogándote en la miseria, y allí nadie está para subirte la moral porque ya estarás completamente solo. Venga, inténtalo, háblame de tus errores, cómete el orgullo y pide perdón. 
¿No? bueno, puedes pensar que no llegas a tal grado de mediocridad, pero yo te digo que no hay nada más mediocre que creerse perfecto y vivir bajo la superioridad y el egocentrismo.

domingo, 19 de enero de 2014

Sentimiento perenne.

Cada vez soy más mayor. Conozco a más gente, desconozco a otras. Pero lo cierto es que hay otras, que llegaron un día y aún permanecen conmigo. No hace falta verlas todos los días, pues la distancia la hacen las personas y no los kilómetros. Tampoco es necesario decirle que las quieres diariamente ni estar todo el rato pensando en ellas para demostrar que realmente importan. Lo esencial es la constancia y la energía para llevar adelante esas relaciones que a veces crees haber perdido, sin saber que una verdadera amistad nunca se va, permanece incluso cuando no la vemos. Lo mágico de las relaciones es conocer a aquellas personas tan a fondo que con un simple 'hola' o una mirada, incluso un gesto, ya sepas lo que esa persona está pensando. Es cierto que nunca se termina de conocer a alguien, porque las personas cambiamos diariamente y estoy segura que eso es lo que mantiene viva la relación, esa intriga por saber cómo te impresionará esa persona la próxima vez, pero sí puedes llegar a conozcerlas como a ti mismo (que tampoco nos conocemos del todo). 
Otra cosa buena de las relaciones es la rareza de los encuentros. Yo me he encontrado con personas que jamás pensé que fueran a ser tanto para mí, y ahora cuando me paro a pensar digo: ¿ qué haría yo ahora sin ella ?  Porque te aportan tanto, que por muy difícil que parezca mantener una relacion viva, siempre quedan ahí esos momentos juntos que te hacen volver a luchar por esa relación que por un momento perdió su sentido. Todos los días antes de dormir, me pongo música y me pongo a pensar en todas esas personas que me rodean, y me siento la persona más afortunada del mundo porque tengo a aunténticos ídolos a mi lado. No me hace falta mucho de una persona para quererla, pero para admirarla necesito mil y una razones, y os aseguro que tengo a muchisimas personas a las que admiro. Para mí, las personas a las que hay que admirar deben ser las que SIEMPRE INTENTAN estar ahí apoyándote y creyendo en ti, queriéndote todo lo que se puede querer a alguien, sonriéndote hasta cuando las cosas se ponen feas, mostrándote su  afecto continuamente, cogiéndote la mano y guiándote por el camino bueno, haciendo lo que sea para que seas feliz. Esas personas son las que merecen la pena y las que nunca hay que perder, porque son las que hacen la vida más bonita. Tengo muchas personas de esas en mi vida, pero en concreto hay una que, de la manera más sorprendente, conocí y aún sigue ahí cada día, cruzándomela por los pasillos del instituto. Es raro que un profesor te marque tanto, pues un profesor te aporta conocimientos matemáticos, históricos, filosóficos...él no. Él me explicaba los Reyes Católicos, tocaba el timbre, venía y empezábamos a hablar de cualquier cosa, porque siempre estaba dispuesto a escucharme y a compartir opiniones. Bastaba que yo tuviera un problemilla para que él estuviera ahí con sus sabios consejos. Era raro el dia que no iba a su departamento a preguntarle cualquier cosa y él estar siempre dispuesto a todo. Hace dos años que no me da clase, y la relación sigue siendo la misma. Sigue queriéndome y sigo queriéndolo como siempre y él lo sabe, siempre ha sido un ídolo.
Este es un solo ejemplo de cómo pueden permanecer esas relaciones que te hacen sentir viva, sólo hace falta querer. Si se quiere, se puede, y no importa el lugar ni el día, ni las circunstancias. El amor va antes que todo lo demás.

lunes, 11 de noviembre de 2013

El valor de las palabras.

Hace muchísimo tiempo que no escribía en el blog, pero aún así me quedan ideas por expresar. ¿¿Sabéis por qué nunca hay que dejar de escribir? porque las palabras son la mejor fuente de expresión. ¿ Expresar qué? Infinidad de cosas, sentimientos, pensamientos, comentar lo simple de cada situación o lo esencial de cada momento. Es eso que dicen que muchas veces una mirada vale más que mil palabras, que las palabras se las lleva el viento y no tienen ningún valor si no se hacen realidad. Pero no es del todo verdad. Las palabras, una vez dichas, se meten en la cabeza o en el corazón y no hay quien las saque de ahí. Te pueden causar dolor, alegría, duda, indiferencia, felicidad, excitación, estremecimiento, pero algo siempre hacen, y nadie de ha parado a pensar en la función que un simple conjunto de letras puede tener en nuestras vidas. Las usamos a cada segunda, casi sin querer, las manipulamos, las despreciamos muy a menudo, las sobrevaloramos en escasas ocasiones, lascambiamos, incluso nos inventamos otras muchas, y sin embargo siguen ahí, fiel a nosotros, mostrándonos su amor eterno hacia esas personas que saben utilizarlas, que tienen en su vocabulario las más bellas palabras para que así las personas que las escuchan quedan enamoradas de ellas y así de alguna forma conseguimos guardarnos en el corazón de alguién. 
Todos muchas veces a lo largo del día usamos palabras que desagradan a los demás, que son hirientes para muchos, incluso para nosotros mismos, pero es una forma de desahogar la furia o la tristeza que llevamos dentro,aunque muchas veces las utilizamos casi sin querer porque están metidas en nuestra forma de hablar. Sin embargo, a pesar de que yo también formo parte de ese grupo de gente, me gustan las palabras que me hacen sentir algo diferente de tal forma que me hagan pensar en ellas todo el día, o toda la vida. Esas palabras son las que van marcando el lado bueno de tu vida, y la de los demás.

sábado, 12 de enero de 2013

Rellena tu vida con sorpresas.

Un poco de ilusión, abundancia de motivación, y ausencia de negatividad . Unos ingredientes perfectos y esenciales para llevar a cabo cualquier cosa, lo que sea. Que la imposibilidad no te abrume, porque no existe, sólo existen las cosas improbables, y sólo depende de ti que esa improbabilidad salga a la luz. Reflexiona, y mide la cantidad de esfuerzo que eres capaz de usar con tal de conseguir lo que quieres. Nadie  más que tú sabrá la satisfacción personal que se siente al cumplir algo que llevas pensando mucho tiempo. También debo decir que las cosas no se consiguen en un abrir y cerrar de ojos, porque ya se sabe, las cosas sin esfuerzo no tienen valor. Cuanto más tardes en cumplir algo, más durará tu orgullo y felicidad al cumplirlo. 
Sueña, ama, lucha, cae, llora, levanta, sonríe, y sobre todo, haz sonreír, porque no hay nada que compense más tu vida que una sonrisa de una persona que aprecias y quieres. ¿O acaso nos quedamos indiferentes a las emociones ajenas? Tu felicidad es directamente proporcional a la actitud de los de tu alrededor. Y además las cosas son más fáciles  con ellos, o al menos más divertidas. Vale, volvamos a la realidad. No todo depende de ti para cumplir lo que realmente quieres. Puedes tener la ilusión por las nubes, ganas eternas por cumplir algo, pero eres tan sumamente dependiente de la gente, que todo se destruye con un simple 'NO' de alguien. Da igual quién sea, un no ya te hace pensar dos veces en lo que un día no pensaste ni una, simplemente con tus propias ideas supiste que sería un proyecto genial. Y es que hay gente que se pasa la vida pensando cómo hacer feliz a la gente, pero porque viven para eso. Parece como si su corazón bombeara con cada sonrisa de la gente. Pero ¿realmente eso es bueno? es decir, no hay nada más maravilloso que sentir que la gente es feliz gracias a ti, pero... ¿eso te hace persona? Esa gente no conocen realmente la felicidad, siempre la ven reflejada, pero nunca la sienten en su interior. Es lo que tiene la vida, que unos reciben más de lo que merecen, y otros se quedan escasos de agradecimientos.