sábado, 19 de abril de 2014

De parte de Corazón Gigante.

Hola personita con voz mágica. Sé que no estás pasando por tu mejor momento, y también sé que yo no puedo hacer mucho para arreglarlo, pero a base de pequeños detalles intento, al menos, sacarte una sonrisilla o simplemente entretenerte un ratito. Tendrás a miles de personas a tu lado que harán más que yo y mejor, seguro, pero bueno, desde la distancia, lo que estoy haciendo es todo lo que puedo hacer. No lo hago por compromiso ni mucho menos, lo hago porque a todas las personas que ocupan un huequito dentro de mi corazón me gusta tratarlas lo mejor que puedo, porque verlas feliz hace que yo también lo esté. Puede que pienses "vaya exagerada, si apenas nos conocemos". Sí, es cierto, no conocemos poquito, pero lo que nos ha unido es algo mágico, eso que hace florecer todos tus sentimientos y de lo que muchas veces depende tu estado de ánimo, la música.
Sé que no estás para muchos favores, pero yo te voy a pedir uno. Te pido que en estos días en los que pocas cosas brillarán en tu vida, que tus fuerzas se esfuman fácilmente, que sonreir parece misión imposible, que todo será estrés y lágrimas, escuches música que te lleven a recordar buenos momentos de tu pasado, momento que hayan sacado lo mejor de ti, que te hayan hecho llorar de risa, esa canción que te haya dado esperanza y optimismo. Al final de todo, cuando hayas percibido lo sano que es ser feliz de vez en cuando, quiero que te llenes de todas las fuerzas posibles para seguir adelante, y que pase lo que pase hay que mirar siempre hacia arriba, que no hay que mirar atrás ni para coger impulso y que todo lo que llega se va, tanto lo bueno como lo malo.
El hecho de que se solucione tu problema no depende de ti, sino de la suerte. Si la suerte viniera en proporción a la bondad de cada persona, echarías suerte por las orejas. Pero tú y yo sabemos que la suerte no depende de nosotras y que a veces es injusta, pero bueno, confiemos en ella un poco ¿no?
Por último decirte que gracias por todo, por escucharme aunque sea por Twitter, por tus sabios consejos y por tu confianza tan grande que tienes en mí, que muchas veces ni yo la tengo. Gracias, de corazón. 
Te quiero.


No hay comentarios:

Publicar un comentario